Yo,
como siempre, tomaba mi taza de té, pero esta vez estaba en una pequeña isla,
cerca de Londres, para esperar a mi mejor amiga, la famosa detective de
Latinoamérica Sharol Dase, que, por cierto, nos conocimos en un caso, en el que las dos fuimos involucradas. Era cuando
ella estaba de vacaciones en Inglaterra y debo admitir que es muy buena detective, tanto
en investigaciones como en casos de asesinatos. Esta vez nuestro encuentro fue
para descansar, pero algunos periodistas estaban como locos, aunque tiene
sentido, las dos mejores y más jóvenes detectives del mundo: Aurora del Norte
Holmes y Sharol Dase.
-Oh,
aquí estas, Holmes
Dase o mejor Sharol, ya había llegado y, por lo que veo, tuvo unos problemas con los periodistas.
-Ya
era hora de que llegaras
-Tuve un problema con los periodistas de la entrada, aun no se como logré esquivarlos-dijo Sharol riéndose.
-Sí,
eso era muy evidente. Lo importante es que llegaste, ponte cómoda, y dime cómo
esta Amanda, ¿sigue siendo jefa policial?
-Claro,
y debo admitir que lo hace de maravilla.
Nos
quedamos charlando un rato, hasta que fuimos interrumpidas por la camarera, que
vino a avisarnos que la cena estaba servida y debíamos bajar. Bajando las
escaleras, nos dimos cuenta que había una joven, que, al parecer, iba al
bosquecito que se encontraba al lado de la estancia.
-¿No
crees que se va a perder?- dije un poco preocupada
-¿Acaso
no lo sabes?, hay un lago llamado Heiden Lake, quizá vaya allá.
-… ¿Pero a esta hora?-dije aún más preocupada.
-Qué
dices, si es temprano
Claro,
que era temprano, pero a esta hora está muy oscuro en esta parte del mapa, debe tener una linterna o
algo parecido, mejor no me preocupo demasiado.
-Quizás
vaya a pedir buena suerte en su amor, después de todo hay una linda leyenda en
el Heiden Lake- dice la camarera, mientras nos sirve la cena en la mesa.
-Podría
contarnos la muy hablada historia-dice Sharol.
-Hace
ya un tiempo hubo dos enamorados, que no querían confesarse el uno con el otro
por el temor a que su amor no sea correspondido. Un día, una amiga de la joven
le dijo que no expresara sus sentimientos, porque no había posibilidades de que aquel chico le correspondiera.
La chica decidió callar, y sumergida en sus pensamientos, se encontró con aquel chico que hacia acelerar su respiración, la chica aún impactada por lo que dijo su amiga, intentó huir, pero el chico la agarró de la mano y sin pensarlo dos veces se confesó en este mismo lago, en
el mismísimo Heiden Lake. Luego de eso, podría decirse que fueron felices y
comieron perdices. Disfruten su comida-dice ya, alejándose de nuestra mesa
Me
pareció una maravillosa historia y tendría mucho sentido que la muchacha fuera
allí. Comimos y nos trasladamos a nuestras habitaciones para descansar: mañana
iríamos al famoso Heiden Lake.
Al
día siguiente, nos dirigimos al ya muy famoso lago, cuando, de repente, Sharol,
que se había adelantado, se quedó como una piedra y gritó “Rápido, Holmes, ven
aquí”, al escuchar ese llamado me apresuré y vi un cuerpo flotando en el lago;
enseguida, me sumergí al lago para alcanzar el cuerpo que creía sequía con vida, Sharol fue a llamar a la encargada para que llamara a la policía y la ambulancia; luego me al tomar el cuerpo me di cuenta que había muerto.
Al
llegar los policías no nos dejaron ni mirar el cuerpo; al parecer, no sabía
quiénes somos.
-Ya
déjenlas pasar, necesitamos interrogarles, ya que descubrieron el cadáver- decían
coordinados dos hombres, que, al parecer, eran llamados Los Mellos.
Sharol
y yo nos miramos; decidimos no decir nuestra identidad, y dejarles todo a los
policías, ya que estábamos de vacaciones, pero había algo que me molestaba.
-Sharol,
“eso” me está picando- Le susurre a mi amiga
-Ya
veo, así que tu sexto sentido te dice que actuemos, no hay más remedio, algo
debe a ver que te está molestando -me dijo Sharol con susurro.
-Alto,
queremos investigar el cuerpo-dijo Sharol con un tono confiado.
-¡Qué!,
Ustedes son solo niñas de bachillerato, no tienen derecho al ver el cuerpo-dicen
los Mellos enfadados.
-Al
parecer, no nos conoce déjenme presentarme: soy Aurora del Norte Holmes, la
hija del famoso y difunto Sherlock Holmes, la mejor detective de Londres.
- Y yo soy Sharol Dase, la mejor detective de Latinoamérica y también la hija de la
prestigiosa y rica familia Dase.
Por
las caras de los Mellos, parecían muy impactados, y, luego de unos segundos,
gritaron ¡Qué! Muy alto y aún petrificados nos dejaron ver el cuerpo.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ES
LA MALDICIÓN!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Apenas
escuchamos ese grito, giramos a donde se dirigía la persona que gritó y, vaya
sorpresa, es la misma camarera que nos contó la leyenda.
Le
pedimos amablemente que se calmara y que nos dijera lo que sabía, la pobre parecía
aterrorizada, pero nos contó la supuesta maldición:
-Espero
que recuerden la linda leyenda que les conté en la cena, porque esa misma
leyenda tiene un lado oscuro, la amiga que le dijo a la muchacha que no se
confesara, también estaba enamorada del joven y ella creía que tenía más
posibilidades de estar con él, así que se confesó primero, pero fue rechazada
apenas le dijo “Te Amo”, al escuchar que su amiga estaba con su chico amado, se
suicidó ahogándose en este mismo lago y se dice que toda chica decepcionada por
el joven que ama, si se acerca al lago y su tristeza es captada por el espíritu,
será asesinada por el mismo, para así, según este, darle paz.
Lo
primero que pensé fue imposible todo el mundo sabe que las maldiciones no
existen y, por la cara de Sharol, ella pensaba lo mismo que yo.
Me
di cuenta después de mover los cabellos de la víctima que fue ahorcada pero que
raro, no parecía haber luchado, ya que sus uñas y sus dedos estaban casi intactos; además de que era la misma chica que vimos en la noche. Y por la rigidez del cuerpo pude deducir que murió ayer mismo.
-Vaya
mira eso, un asesinato a sangre fría y acaso ¿esa no es la chica que vimos hace
rato?- dice Sharol un poco confusa.
-¿Te
diste cuenta?
-Claro,
cómo no me iba a dar cuenta, no me dicen la mejor detective de Latinoamérica
por nada.-dice un poco decepcionada.
-Lo
siento, tienes razón.
En
ese momento, aparecieron los jefes de policías o, como ya dije anteriormente,
Los Mellos, llegaron a decir que habían encontrado sospechosos que estaban con
la víctima ayer, además de los datos personales de la misma.
La
difunta es Lauty Nice, de 21 años de edad, trabajaba en una compañía de
publicidad y tiene un novio que, al parecer, se quedó en Londres. Y estos son
los sospechosos, que, por cierto, son todos compañeros de trabajo de la
víctima. Marianela Cheverria, la mejor amiga de la víctima, 21 años; Daniel Hernández,
23 años; Samuel Ditta, 22 años y Martina Chest, 22 años.
Las
cuartadas de la mayoría eran perfectas, ya que no salieron de la habitación en
la que arrendaron para celebrar el buen trabajo dando publicidad a una
compañía, excepto el señor Ditta y la Señora Cheverria.
Dase
y yo interrogamos personalmente al señor Ditta, que nos contó su versión de la
historia:
-Sí,
yo salí con la señora Cheverria a comprar unas bebidas, ya que se estaban
acabando y éramos los menos borrachos allí, la única vez que nos separamos fue
cuando ella se dirigía al baño a empolvarse la nariz, si no me creen
pregúntenle a la señora de la tienda en la que compramos la bebida.
Luego
de eso, les dejamos el interrogatorio de la señora Cheverria a los policías, ya
que queríamos comprobar la coartada del señor Ditta inmediatamente. Después de
hablar un rato con la ya mencionada señora, nos dimos cuenta que todo era
verdad y también nos dio un dato muy interesante que en el camino hacia el baño
había un atajo, pero que era muy peligroso ya que había llovido hace 3 días y
el camino todavía estaría un poco resbaladizo, pero que era perfecto cuando
nevaba, porque los niños se divierten mucho deslizándose en especial cuando
llegan al Heiden Lake, que, en esa época, está completamente congelado y
deslizandose en el hielo es muy se entretienen mucho, en especial cuando el trineo tiene
suficiente fuerza para ir a la nieve y enseguida al hielo.
Fuimos
a investigar el dicho camino y era un poco estrecho, además de que había algo
extraño en el suelo.
-Qué
extraño-dijo Sharol pensativa
-También
te diste cuenta del suelo, no parece que hubiera estado lloviendo, está casi
perfecto.
Me
di cuenta que había un lugar totalmente seco, ni siquiera estaba húmedo, era como si algo hubieras estado allí, pero ¿qué?.
Después,
me puse a pensar, ¿Por qué el piso estaba
casi perfecto?, ¿Por qué el cuerpo estaba en el agua? y ¿Tiene que ver con la
maldición?
Después de un rato de estar sometida ante mis pensamientos se me prendió el bombillo por así decirlo.
Ya
sé cómo lo hizo, pensé alegremente. Le dije a unos policías que buscaran algo en
el lago.
-No
puede ser, una vez más me dejé ganar de ti-dijo Sharol decepcionada y, al mismo
tiempo, alegre.
-Te
daré una pista: “Esconde la rama en el bosque, si no tienes el bosque, créate
uno”
Sharol
se quedó pensando y enseguida me dijo: “así que eso es”.
-Yo
reuniré a todos los involucrados y tú demuestra el truco, ¿Ok?-dice Sharol con
prisa.
-Ok
Unos
treinta minutos más tarde, reunimos a todos los que tenían que ver con el caso, y
comenzamos las deducciones:
-Todos
saben que el cadáver fue encontrado en el lago y algunos piensan que es la
maldición, pero no es así, esto es, obviamente, un asesinato a sangre fría.
En ese momento todos se quedaron boquiabiertos, así que Sharol siguió relatando lo sucedido:
El
asesino no quería hacer creer que era una maldición, ya que no sabía que esta
existía, así que digamos que es una simple coincidencia. Antes de decirles quién es el asesino les diremos el truco que usó
este mismo. Cuéntales Holmes.
El intercambio de miradas ente Sharol y yo, era lo que nesecitaba para tener aún mas entusiasmo. Los llevé a todos a el camino del baño, donde se encontraba el atajo hacia el lago.
-Este
es el lugar donde de verdad pasó todo, primero el asesino llama a su víctima
que se reúna en el baño, ya que quiere discutir un asunto; al llegar la víctima,
el asesino la duerme con un poco de cloroformo, la ahorca y, como está dormida,
no hace resistencia alguna, la coloca ya muerte en el trineo y lo lanza por el
muy resbaladizo camino hasta que llega al Heiden Lake, en el que el cuerpo
flota, y el trineo se hunde junto con toda evidencia.
Después
de eso, Sharol les hizo la señal a los oficiales de policía para que empujaran
el trineo y cayera al lago, junto con la bolsa que rellenaron para que tuviera
más o menos el peso de la víctima, que, por supuesto, flotó.
-La
única persona capaz de hacer este truco es la que fue a empolvarse la nariz, ¿no es así?, señora Cheverria-agrega Sharol.
-Eso
no prueba que yo lo hice-dice tranquila la señora Cheverria
-Quién
dice que esa es la prueba-respondí yo.
-¡¿Cómo?!-dice
ya alterada
-Aquí
está el trineo que me pidió que buscara debajo del lago-dice el oficial, que,
por cierto, llegó muy oportuno.
-Ese
trineo no prueba nada-dice ya aliviada
-¿Ah,
sí?, ¿acaso se le olvidó, señora Cheverria?, cómo iba a deshacerse de las
pruebas inmediatamente, no era necesario ponerse guantes para empujar el trineo
¿o estoy equivocada?
La
cara de la señora Cheverria había cambiado por completo, esa mirada tranquila, se había convertido en una de angustia y miedo, como la de un lobo atrapado por su cazador, al final,
confiesa todo:
-Así
es, yo la maté, pero es porque iba a confesar que extorsionábamos empresas,
cuando comenzó a salir con su novio me dijo que no era correcto, así que…no
tuve más opción, le dije que yo también quería hablar de eso con la policía y
la maté.
En ese momento no pude evitar mi furia y le di una cachetada tan fuerte que hizo eco por todo el bosque, acompañando esto Sharol que al parecer también estaba enojada, le grito:
-¡Como que no había opción!, no importa que iba a confesar era lo correcto. Además eran amigas.
Después de eso la policía la arrestó, mientras se ahogaba entre sus propias lagrimas.
Al
día siguiente, antes de que las dos volviéramos a nuestros respectivos hogares,
Sharol me dijo:
-No
podías darme otra pista, es decir, “Esconde la rama en el bosque, si no tienes
el bosque, créate uno”, era obvio que te referías al lago con el “bosque” y la
“rama”, era algo que se encontraba en el lago o sea madera; es decir, el trineo.
-No
esperaba que te demoraras tanto en adivinarlo-Dije yo con una sonrisa en el
rostro.
-Qué mal que no descansamos-dijo Sharol decepcionada.
-Bromeas ¿Verdad?, tu sabes que la mejor forma de relajarse es resolviendo un buen caso.
Las dos sonreímos y hablábamos mientras llegaba el avión.
Después
de un rato, el avión llegó, nos despedimos y cogimos nuestros respectivos vuelos hacia nuestros hogares, así Sharol Dase volvió a América y
yo, a Londres, a nuestras vidas cotidianas.
Este
fue un caso que jamás olvidaré, y como podría, si es uno de los pocos casos que
resolveré junto con mi amiga Sharol Dase.
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